martes, 11 de mayo de 2010

EL AMOR DEL PROJIMO

San Juan 14,23-29
">
Cuando el mundo avanza y no nos damos cuenta de la realidad que nos ha tocado vivir, toma una velocidad impresionante, como los cuerpos que caen en el vacío.

¿Qué nos queda entonces?:

  • Nuestra vida

  • Nuestra sociedad

  • Nuestros juicios

  • Nuestras recriminaciones

Jesús nos contestó: “El que me ama se mantiene fiel a mis palabras. Mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él.”

¿Qué encontramos hace ocho días? Un ámense los unos a los otros. ¿Que es amar? ¿Acaso es saber que la vida nos está diciendo a gritos que nos estamos destruyendo?; entonces ¿Qué es el mundo? ¿Un grupo de personas o conglomerados que son los responsables de nuestra existencia?
¡Dios santo! diría el creyente, cuando al darse cuenta que pasan los días y cada vez es más difícil decir que estamos destinados a la decadencia. Es decir, llevamos dos domingos hablando de:

  1. El buen pastor, ¿cuál? Si lo que presenta la sociedad es el prototipo de enajenado mental, sirviente de sus pretensiones y exigencias.

  2. Ámense los unos a los otros, ¡que mentira más grande! ¿quién ama a quien?, el rico “ama” al pobre porque lo hace fuerte, los gobiernos “aman” a sus seguidores porque los llevan al poder. Entonces, ¿A qué estamos jugando? ¿A amar quién a quién? ¡ah!.

Hoy viene el evangelio a hablar del cumplimiento de la fidelidad a la palabra de Jesús; Cuando vas camino al colegio, al trabajo, a la iglesia ¿Qué ves?... Rostros desfigurados por la conformidad, el abandono y las injusticias; Pero no creas que es el mismo de siempre o el que está tirado en la acera o el que esté mal vestido. Nosotros estamos peores que ellos, ni siquiera nuestros rostros expresan sentimientos, al menos ellos expresan dolor.
La fidelidad que Jesús nos pide es ayudar a que estos rostros desfigurados, se trasfiguren, resuciten.
El día que presenta la sociedad hoy es el “día de la madre”, ¿acaso no se puede celebrar todos los días? ¿Hay que esperar que llegue un gran día comercial para decirle a nuestros seres queridos cuanto los amamos?, las cosas no están del todo bien. Pues, cada vez la sociedad nos presenta un día más para celebrar y consumir.
La realidad es otra y hoy puedes salir de tu casa, tu pueblo, o utilizar todos los medios para reconocer que ese ser que te trajo a la vida fue aquel que te cuidó, te ayudó en tus enfermedades e hizo de ti un nuevo ser, como la semilla que nace de la tierra, aquella que duró más de unos cuantos días y luego decidió salir a afrontar lo que el mundo le ofrecía. Pero, ¿no son acaso las madres los seres más celestiales de la tierra?, pues Dios las ha colocado en la tierra para que sean los ángeles de todos los seres que nacen.

También hoy queremos compartir con ustedes una carta que esta dirigida a la realidad de nuestra Iglesia latinoamericana:

Gracia y Paz.
Escribe el ángel a la Iglesia de los pueblos crucificados y martirizados de Latinoamérica: El Dios crucificado, el Cristo de los Pobres, Jesucristo liberador y salvador, el Hijo del Dios rico en misericordia y justicia dice esto:
Yo conozco y he visto tu lucha diaria, tu afán, tu amor y solidaridad, tu pobreza y miseria cuando el sobrevivir se te convierte en una pesada carga y una máxima tarea al pasar por el dolor y la muerte, tu fe y esperanza por que otra realidad u otro mundo sean posibles, ante este mundo inhumano, injusto, opresor y asesino que tiene como amo, rey y señor dios, a la gran Bestia del imperio infernal.
Yo he escuchado tu clamor, tu llanto y dolor ante esta cultura de hambre, masivas migraciones, violencia y muerte que han creado los aliados de la Bestia, que se proclaman gobiernos demócratas, que usan “la mano y súper mano dura”, políticas de terror y el signo del dólar = muerte, para fijar su poder. Estas fieras, lobos y zorras muchas veces disfrazadas de ovejas, hablan del sentido humano y que hay que ser buenos cristianos sufriendo y no luchando, de esta manera adormecen, alienan y entorpecen la mente de los que no están firmes en sus convicciones o se venden al mejor postor como lo han hecho muchas veces la jerarquía eclesial u otros políticos que traicionan al pueblo pobre.

En las marchas tanto del 1º de Mayo y la del 24 de marzo como la vigilias que se hacen para recordar la memoria de los masacrados como verdaderos héroes que lucharon hasta el final, reclamando y exigiendo sus derechos de ciudadano: trabajo y salario justo, educación y salud, paz, respeto a la vida, justicia y libertad de expresión, bien común… ecumenismo, seminaristas, curas, monjas, obispos, cardenales, papa y políticos al lado de los pobres, estas consignas que surgen de las calles de nuestros pueblos, son las voces de las grandes mayorías que quieren seguir luchando porque el dueño de la vida haga justicia en esta tierra donde el maligno quiere gobernar y cree lograrlo cuando ve que la globalización, y todos los poderes socio-político-económicos e incluso el religioso le rindan su homenaje, su culto. Pero no lo consigue porque aún hay hombres y mujeres firmes y convencidas en su fe y amor al único Señor y Dios poderoso, misericordioso y amoroso que va salvando e historizando procesualmente su reinado que es camino, verdad y vida.

No teman pues lo que van a seguir padeciendo. El Diablo y sus compinches seguirán luchando, los tentarán de mil maneras, los harán sufrir, aún más hasta desesperarlos y hacerles que se hagan de su partido diabólico. Resistan y luchen por los valores del cordero degollado que venció los males de este mundo y nos alumbró la vida eterna. No se preocupen si mueren por ser fieles hasta el final al Dios de la vida, no se preocupen si les expulsan o son condenados por su fe o cristología liberadora, que desenmascara a los poderes de este mundo. No teman seguir interpelando, cuestionar, discernir la realidad y exhortar lo necesario que es el arrepentimiento para la conversión, por tanto, sigan luchando porque en el juicio final veremos que la razón se le dará a los pueblos crucificados masivamente, es decir, a las víctimas y no a los victimarios. Los fieles hasta el final gozarán de la vida eterna con Dios y así el único dueño, Corazón del cielo y de la tierra hará justicia. Ánimo y adelante por seguir manteniendo la esperanza de que otro mundo, otra realidad es posible.
El que tenga oído, escuche lo que el Espíritu dice a su Iglesia: aunque mueran, resucitarán. No teman anunciar a Jesucristo liberador y hacer presente el reino de Dios, porque Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos.
Queridas y muy amadas mujeres, madres nuestras, que el Dios de la vida nos las bendiga siempre”

No hay comentarios:

COMENTARIOS Y SUGERENCIAS

Hacerlos al email: amigodelospobres@yahoo.com.mx Gracias por leernos.