martes, 15 de octubre de 2019

CRISTOLOGIA


  1. “Jesús es verdadero hombre”.

a) Jesús es verdadero hombre porque nació de una mujer en un tiempo y en un lugar determinado.

El Padre Dios para enviar a su Hijo al mundo necesitó de la colaboración humana de María, de su “sí”; su tarea era dar a luz al Hijo de Dios (Lc 1,31). Una vez que acepta la propuesta (Lc 1,38) queda embarazada (1,42) y por fin da a luz  a su hijo, a un niño frágil que envuelve en pañales; no aún fantasma, sino un ser humano con su cuerpo como todos los demás (Lc 2,6-7); es un niño que necesitó de los cuidados de sus padres y que poco a poco fue creciendo en sabiduría, estatura y en gracia (Lc 2,52).

b) Experimentó todo lo humano menos el pecado; porque el pecado no es lo que nos hace humanos.

Jesús experimentó plenamente la vida humana en sus sentimientos y en su cuerpo como cualquier hombre. La debilidad frente al pecado no era ajena a él, sin embargo luchó contra la tentación y venció (Lc 4,1-13), lloró la muerte de su amigo Lázaro (Jn 11,33), sufrió en su cuerpo los golpes de los azotes (Mc 15,15), tuvo miedo y angustia ante la realidad de la muerte infame (Mc 14,34), sintió rabia en el templo de Jerusalén contra los vendedores (Lc 19,45), se alegró y dió gracias a su Padre por su obra maravillosa (haz ocultado estas cosas a los sabios), abrió su mente más allá de los límites de su cultura judía (la mujer sirofenicia lo interpela), comía y bebía (Mt 9,10), trabajaba como carpintero (Mc 6,3), servía a sus hermanos (Jn 13,4-5), etc. En fin, compartió toda nuestra existencia, menos en el pecado (Hb 4,15).

c) Muere completamente, convirtiéndose en un cadáver.

La muerte de Jesús es atestiguada por los cuatro evangelistas. Fue condenado a morir en una cruz al igual que muchos de sus paisanos (Mt 27,35; Mc 15,24; Lc 23,33; Jn 19,18); como hombre que era, no soportó ese sufrimiento por siempre, ni pudo liberarse de él; luego de tres horas de agonía expiró (Mt 27,50; Mc 15,37; Lc 23,46; Jn 19,30); su cuerpo sin vida fue bajado de la cruz y sepultado (Mt 27,59-60; Mc 15,45-46; Lc 23,52-53; Jn 19,40); según la costumbre Judía se le prepararon aromas y mirra como a todos los muertos (Lc 23,56; Jn 19,40).

  1. Jesús redime a cada persona desde la misma humanidad que vivió.

a) Descripción del grupo.

Niños que asisten a la eucaristía dominical con sus papás, durante la homilía son invitados a pasar a otra parte para compartir la Palabra de Dios. Los más grandes son de 13 años y los más pequeños hasta de 3 años, a veces menos; pero en promedio son de 8 años.

b) Discurso.

Hola querido niños y niñas; hoy vamos a conocer más a Jesús; nuestro hermano mayor, nuestro mejor amigo y nuestro mejor guía.
¿Sabían niños que Jesús también tuvo mamá y que fue pequeñito, así como ustedes? Usó pañales y su mamá lo alimentó con mucho cariño; era un niño muy bonito que fue creciendo poco a poco hasta que aprendió a hablar y a caminar, pues él no sabía; comenzó a estudiar y a obedecer a sus padres, aunque a veces se les perdía, causándoles muchas preocupaciones.
Él nació en un establo junto a los animalitos, pues sus padres era muy pobres; sin embargo no se vivía quejando, ni les exigía grandes cosas; siendo pobre aprendió que podía ser rico, pues siendo pobre sabía que su gran riqueza era solamente Dios y nada, ni nadie más; siendo pobre aprendió que Dios ama a los pobres y quiere que nosotros los amemos y les sirvamos, tal y como si fuera Él mismo.
En esos pobres, que nosotros vemos por las calles y que nos piden ayuda, está Dios mismo; ¿qué vas a hacer con ellos? ¿dejarlos sufriendo o serviles? Acuérdate que Jesús aunque era el jefe de los apóstoles les lavó los pies a todos ellos, pues para él los jefes son los que sirven a los demás y no los que son servidos. Jesús te dice que tu no eres más que esos pobres, porque ellos también son tus hermanos. Vamos, ánimo, a servir a los demás se ha dicho; si antes no lo haz hecho, no importa, borrón y cuenta nueva; verás que cuando le sirvas a Dios en esos tus hermanos necesitados sentirás mucha felicidad, mucha alegría y estarás construyendo tu casa en el cielo, junto a Dios.
¿Quién quiere seguir a Jesús amando a sus hermanos especialmente a los pobres? Si Jesús que fue un niño como tu hizo cosas muy grandes, tu también puedes hacerlo.

  1. Cómo la salvación de Jesús fue significativa en su época y cómo puede serlo hoy.

La garantía de la salvación de Jesús está en la respuesta o premio que su Padre le otorga por la entrega confiada a la voluntad de su Abba (Lc 22,42); el premio es la resurrección: si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe (1 Cor 15,14). Las primeras comunidades cristianas creyeron intensamente en esta verdad y expresaron su fe siguiendo a Jesús como testigos y mártires. Pedro, quien había negado a Jesús tres veces se llena de valor y predica la verdad de Cristo, la buena noticia para los hombres (Hch 2,14ss); Esteban, quien fue elegido como apóstol, testificó su fe en Jesucristo hasta la muerte (Hch 7,55ss). La predicación de la verdad sobre Cristo transformaba la vida de cada persona y de la realidad en general, la transfiguraba, la hacía signo de la presencia del Reino en medio de nosotros (Hch 2, 42ss).

Hoy la salvación de Jesucristo sigue siendo significativa porque su salvación aunque es completa aún no ha sido propuesta a todos los hombres; la mejor manera de proponerla es a través del testimonio del fiel que se compromete con Jesús hasta dar la vida por ...  a ejemplo de Él mismo y de las primeras comunidades cristianas. El objetivo es continuar la misión de Jesús (Mt 28,19-20) anunciar la Buena Noticia a los pobres (Lc 4,18-19).

La manera más efectiva que nos dejó Jesús para hacer de nosotros testigos y mártires o discípulos y misioneros es la Eucaristía: “La Eucaristía, al implicar la realidad humana concreta del creyente, hace posible, día a día, la transfiguración progresiva del hombre, llamado a ser por gracia imagen de Dios” (Sacramentum Caritatis 71). Es decir, cuando el hombre hace “esto en conmemoración suya” se acerca más a su propia dignidad de hijo de Dios; y con ello encarna a Jesús, su mensaje y su obra transformadora de la realidad: “La conversión sustancial del pan y del vino en su cuerpo y en su sangre introduce en la creación el principio del cambio radical (...) que se introduce en lo más íntimo del ser; un cambio destinado a suscitar un proceso de transformación de la realidad, cuyo término último será la transfiguración del mundo entero, el momento en que Dios será todo para todos” (Sacramentum Caritatis 11)


  1. Propuesta para un proceso de instauración del Reino y compromiso de una humanidad que se promueve y se dignifica cada vez más.

a) Mi propio testimonio. Desde la pobreza de nuestras capacidades, luchar por ser más como Jesús para construir una comunidad Cristiana más auténtica; una comunidad que se sienta misionera y que quiera darse como Jesucristo para la salvación de todos.
b) Alimentarnos con la Palabra de Dios y la Eucaristía. Para no ser una ONG, sino hombres y mujeres de fe que aunque luchan por hacer presente el Reino aquí y ahora, saben que lo definitivo está más adelante.
c) Lectura de la Realidad. Ser concientes de las realidades concretas de nuestro pueblo, de sus valores y de sus vicios.
d) Iluminación de la Realidad a partir de nuestra fe en Jesucristo.
e) Proponer acciones que transformen la realidad de muerte en aquella que permita descubrir los signo del Reino de Dios.
f) Elegir la acción que esté a nuestro alcance, que sea conforme al actuar de Jesús y que nos exija “cargar con la cruz” y “renunciar a nuestro nombre”.
g) Elaborar un proyecto para llevar a cabo la propuesta elegida.
h) Desarrollar el proyecto evaluándolo constantemente a la luz de nuestra fe, para esto es muy importante la oración asidua.

  1. La misión de Jesús en el cristianismo.

a) Diferencia entre religión e Institución religiosa católica.

La Religión es una virtud propia de todo hombre y mujer. La misma capacidad intelectual le permite descubrir al hombre que así mismo no pudo darse origen, sino un “dios”, un ser superior, distinto a él. La capacidad de religar se expresa de muchas maneras, pero todas a modo de culto, de homenaje a ese “dios”; el homenaje se pude resumir en una relación de ese “dios” con la persona, pero normalmente implica una relación de “dios” con cada persona y de las personas entre si.

La Institución religiosa católica es la estructura humana que constituye la Iglesia, pero a modo de institución jurídica, con sus leyes, sus normas, su organización, etc. Es la institución que profesa el Credo católico para homenajear al Dios de Jesús.

La diferencia entre Religión e Institución religiosa católica está en que la primera es más amplia y se refiere a todos los seres humanos, en cambio la segunda se concentra en aquellos que creen en Jesús y profesan un culto conforme la Tradición propia se los ha exigido.

b) La misión de ... como religión y como Institución ...

A nivel de institución las acciones son siempre de corte impersonal, más duras, más insensibles, menos compasivas y menos fraternas. Lo que creo es que la rigidez institucional y la libertad de espíritu no se llevan; por eso el deseo de Jesús de congregarnos como Iglesia nunca fue el de convertirnos en una empresa poderosa, sino que desde la pobreza alcanzáramos para la humanidad la riqueza. Sin embargo, cuando la Iglesia institución ha sabido escuchar al espíritu ha dado paso a la continuación de la misión de Jesús; ejemplo de esto es el Concilio Vaticano II y las Conferencias del Episcopado Latinoamericano, que son expresión de una Iglesia institucional que escucha la voz de Dios y que intenta acercarse a lo más auténtico de Jesús.

A nivel de religión, por ser este un terreno antropológico, me quiero referir a la vida cristiana del creyente en particular. En esto por supuesto hay un sin número de respuestas; pero se pueden sintetizar en cuatro:
i)        Cristianos que no conocen a Cristo.
ii)      Cristianos que conocen a Cristo en teoría, pero no aman lo que el amó.
iii)    Cristianos que conocen a Cristo amando lo que él amó.
iv)    Personas de buena voluntad que no han oído hablar de Cristo o no se confiesan cristianos, pero aman lo que él amó.

En general se puede decir que la misión de Jesucristo sigue, pues aún podemos decir como Él dijo a los discípulos de Juan: “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva”(Lc 7,22); Jesús sigue actuando en cada persona que asume su proyecto y gracias a Dios hay muchas.

by: Ingeniero, Teólogo Diacono de los pobres sus amos y señores, Jason Cristian Soto H, 
Misionero Vicentino en Angola, Colombia, Nicaragua, Panamá, El Salvador. y lugares intermedios.

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