viernes, 8 de noviembre de 2019

POR QUE LLORA JESUS

JESÚS NOS EXPLICA PORQUE LLORA Y SANGRA EN SUS IMÁGENES BENDITAS EN VARIAS PARTES DEL MUNDOS

1) ¿Acaso la madre no alimenta con su propia sangre y no forma con su
cuerpo al hijo aún no nacido? Yo He creado y alimentado al hombre. Lo
que Yo no He creado ha sido la guerra.
2) Sangro porque se malgasta dinero para matar y hay parsimonia frente
al hambre de miles.
3) Lloro porque en el mundo hay una existencia tan tremenda de
armamento que, con una cuarta parte de ellas se puede barrer de la tierra a
la humanidad.
4) Sangro por la gente que, para probar que tiene la razón, necesita
perderla en la violencia.
5) Lloro por quienes, para defender la riqueza que adquirieron, hacen que
muchos pobres caigan en la indigencia y, decenas de ricos se vuelvan
millonarios.
6) Si quieres ir más allá, sangro porque se permutan alimentos y petróleo
que mantienen la vida, por armas que aniquilan.
7) Lloro porque se gasta en armas nucleares lo que hace falta para que
millones de campesinos produzcan más comida para quienes padecen
hambre.
8) Lloro por los defensores que nunca defienden a quien verdaderamente
necesita ser defendido.
9) Sangro por aquellos desesperados que solo pueden mirar a otros ojos a
través de un arma.
10) Lloro por aquellos hermanos de sangre que al no poder demostrar su
caridad, muestran los puños cerrados.
11) Sangro por aquellos que matan niños, ancianos, enfermos y que, luego
dicen que fue involuntariamente o, en un acto de justicia.
12) Lloro por los millones de niños que son asesinados sin piedad en los
vientres de sus madres en nombre de la incapacidad para criarlos, de la
mal llamada pobreza.
13) Sangro por el egoísmo, por la mentira, por el engaño, por la deslealtad
del hombre hacia el hombre y del mundo hacia su Dios.
14) Lloro por quienes se sientan en una mesa de conversaciones, no antes,
sino después de la violencia y el daño.
15) Sangro por los que matan a sus hermanos para luego decir que
implantaron el orden.
16) Lloro por los que - sobre los escombros de muchos hogares - comienzan
un nuevo orden que satisfaga sus propias ambiciones.
17) Después de dos mil años, aún no Me reconocen y Me vuelven las
espaldas en nombre de la prudencia. Después de dos mil años, aún sigo
llorando y sangrando por el perdón de los hombres...

ARC-81 30-Abr-95 El Señor

martes, 15 de octubre de 2019

CRISTOLOGIA


  1. “Jesús es verdadero hombre”.

a) Jesús es verdadero hombre porque nació de una mujer en un tiempo y en un lugar determinado.

El Padre Dios para enviar a su Hijo al mundo necesitó de la colaboración humana de María, de su “sí”; su tarea era dar a luz al Hijo de Dios (Lc 1,31). Una vez que acepta la propuesta (Lc 1,38) queda embarazada (1,42) y por fin da a luz  a su hijo, a un niño frágil que envuelve en pañales; no aún fantasma, sino un ser humano con su cuerpo como todos los demás (Lc 2,6-7); es un niño que necesitó de los cuidados de sus padres y que poco a poco fue creciendo en sabiduría, estatura y en gracia (Lc 2,52).

b) Experimentó todo lo humano menos el pecado; porque el pecado no es lo que nos hace humanos.

Jesús experimentó plenamente la vida humana en sus sentimientos y en su cuerpo como cualquier hombre. La debilidad frente al pecado no era ajena a él, sin embargo luchó contra la tentación y venció (Lc 4,1-13), lloró la muerte de su amigo Lázaro (Jn 11,33), sufrió en su cuerpo los golpes de los azotes (Mc 15,15), tuvo miedo y angustia ante la realidad de la muerte infame (Mc 14,34), sintió rabia en el templo de Jerusalén contra los vendedores (Lc 19,45), se alegró y dió gracias a su Padre por su obra maravillosa (haz ocultado estas cosas a los sabios), abrió su mente más allá de los límites de su cultura judía (la mujer sirofenicia lo interpela), comía y bebía (Mt 9,10), trabajaba como carpintero (Mc 6,3), servía a sus hermanos (Jn 13,4-5), etc. En fin, compartió toda nuestra existencia, menos en el pecado (Hb 4,15).

c) Muere completamente, convirtiéndose en un cadáver.

La muerte de Jesús es atestiguada por los cuatro evangelistas. Fue condenado a morir en una cruz al igual que muchos de sus paisanos (Mt 27,35; Mc 15,24; Lc 23,33; Jn 19,18); como hombre que era, no soportó ese sufrimiento por siempre, ni pudo liberarse de él; luego de tres horas de agonía expiró (Mt 27,50; Mc 15,37; Lc 23,46; Jn 19,30); su cuerpo sin vida fue bajado de la cruz y sepultado (Mt 27,59-60; Mc 15,45-46; Lc 23,52-53; Jn 19,40); según la costumbre Judía se le prepararon aromas y mirra como a todos los muertos (Lc 23,56; Jn 19,40).

  1. Jesús redime a cada persona desde la misma humanidad que vivió.

a) Descripción del grupo.

Niños que asisten a la eucaristía dominical con sus papás, durante la homilía son invitados a pasar a otra parte para compartir la Palabra de Dios. Los más grandes son de 13 años y los más pequeños hasta de 3 años, a veces menos; pero en promedio son de 8 años.

b) Discurso.

Hola querido niños y niñas; hoy vamos a conocer más a Jesús; nuestro hermano mayor, nuestro mejor amigo y nuestro mejor guía.
¿Sabían niños que Jesús también tuvo mamá y que fue pequeñito, así como ustedes? Usó pañales y su mamá lo alimentó con mucho cariño; era un niño muy bonito que fue creciendo poco a poco hasta que aprendió a hablar y a caminar, pues él no sabía; comenzó a estudiar y a obedecer a sus padres, aunque a veces se les perdía, causándoles muchas preocupaciones.
Él nació en un establo junto a los animalitos, pues sus padres era muy pobres; sin embargo no se vivía quejando, ni les exigía grandes cosas; siendo pobre aprendió que podía ser rico, pues siendo pobre sabía que su gran riqueza era solamente Dios y nada, ni nadie más; siendo pobre aprendió que Dios ama a los pobres y quiere que nosotros los amemos y les sirvamos, tal y como si fuera Él mismo.
En esos pobres, que nosotros vemos por las calles y que nos piden ayuda, está Dios mismo; ¿qué vas a hacer con ellos? ¿dejarlos sufriendo o serviles? Acuérdate que Jesús aunque era el jefe de los apóstoles les lavó los pies a todos ellos, pues para él los jefes son los que sirven a los demás y no los que son servidos. Jesús te dice que tu no eres más que esos pobres, porque ellos también son tus hermanos. Vamos, ánimo, a servir a los demás se ha dicho; si antes no lo haz hecho, no importa, borrón y cuenta nueva; verás que cuando le sirvas a Dios en esos tus hermanos necesitados sentirás mucha felicidad, mucha alegría y estarás construyendo tu casa en el cielo, junto a Dios.
¿Quién quiere seguir a Jesús amando a sus hermanos especialmente a los pobres? Si Jesús que fue un niño como tu hizo cosas muy grandes, tu también puedes hacerlo.

  1. Cómo la salvación de Jesús fue significativa en su época y cómo puede serlo hoy.

La garantía de la salvación de Jesús está en la respuesta o premio que su Padre le otorga por la entrega confiada a la voluntad de su Abba (Lc 22,42); el premio es la resurrección: si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe (1 Cor 15,14). Las primeras comunidades cristianas creyeron intensamente en esta verdad y expresaron su fe siguiendo a Jesús como testigos y mártires. Pedro, quien había negado a Jesús tres veces se llena de valor y predica la verdad de Cristo, la buena noticia para los hombres (Hch 2,14ss); Esteban, quien fue elegido como apóstol, testificó su fe en Jesucristo hasta la muerte (Hch 7,55ss). La predicación de la verdad sobre Cristo transformaba la vida de cada persona y de la realidad en general, la transfiguraba, la hacía signo de la presencia del Reino en medio de nosotros (Hch 2, 42ss).

Hoy la salvación de Jesucristo sigue siendo significativa porque su salvación aunque es completa aún no ha sido propuesta a todos los hombres; la mejor manera de proponerla es a través del testimonio del fiel que se compromete con Jesús hasta dar la vida por ...  a ejemplo de Él mismo y de las primeras comunidades cristianas. El objetivo es continuar la misión de Jesús (Mt 28,19-20) anunciar la Buena Noticia a los pobres (Lc 4,18-19).

La manera más efectiva que nos dejó Jesús para hacer de nosotros testigos y mártires o discípulos y misioneros es la Eucaristía: “La Eucaristía, al implicar la realidad humana concreta del creyente, hace posible, día a día, la transfiguración progresiva del hombre, llamado a ser por gracia imagen de Dios” (Sacramentum Caritatis 71). Es decir, cuando el hombre hace “esto en conmemoración suya” se acerca más a su propia dignidad de hijo de Dios; y con ello encarna a Jesús, su mensaje y su obra transformadora de la realidad: “La conversión sustancial del pan y del vino en su cuerpo y en su sangre introduce en la creación el principio del cambio radical (...) que se introduce en lo más íntimo del ser; un cambio destinado a suscitar un proceso de transformación de la realidad, cuyo término último será la transfiguración del mundo entero, el momento en que Dios será todo para todos” (Sacramentum Caritatis 11)


  1. Propuesta para un proceso de instauración del Reino y compromiso de una humanidad que se promueve y se dignifica cada vez más.

a) Mi propio testimonio. Desde la pobreza de nuestras capacidades, luchar por ser más como Jesús para construir una comunidad Cristiana más auténtica; una comunidad que se sienta misionera y que quiera darse como Jesucristo para la salvación de todos.
b) Alimentarnos con la Palabra de Dios y la Eucaristía. Para no ser una ONG, sino hombres y mujeres de fe que aunque luchan por hacer presente el Reino aquí y ahora, saben que lo definitivo está más adelante.
c) Lectura de la Realidad. Ser concientes de las realidades concretas de nuestro pueblo, de sus valores y de sus vicios.
d) Iluminación de la Realidad a partir de nuestra fe en Jesucristo.
e) Proponer acciones que transformen la realidad de muerte en aquella que permita descubrir los signo del Reino de Dios.
f) Elegir la acción que esté a nuestro alcance, que sea conforme al actuar de Jesús y que nos exija “cargar con la cruz” y “renunciar a nuestro nombre”.
g) Elaborar un proyecto para llevar a cabo la propuesta elegida.
h) Desarrollar el proyecto evaluándolo constantemente a la luz de nuestra fe, para esto es muy importante la oración asidua.

  1. La misión de Jesús en el cristianismo.

a) Diferencia entre religión e Institución religiosa católica.

La Religión es una virtud propia de todo hombre y mujer. La misma capacidad intelectual le permite descubrir al hombre que así mismo no pudo darse origen, sino un “dios”, un ser superior, distinto a él. La capacidad de religar se expresa de muchas maneras, pero todas a modo de culto, de homenaje a ese “dios”; el homenaje se pude resumir en una relación de ese “dios” con la persona, pero normalmente implica una relación de “dios” con cada persona y de las personas entre si.

La Institución religiosa católica es la estructura humana que constituye la Iglesia, pero a modo de institución jurídica, con sus leyes, sus normas, su organización, etc. Es la institución que profesa el Credo católico para homenajear al Dios de Jesús.

La diferencia entre Religión e Institución religiosa católica está en que la primera es más amplia y se refiere a todos los seres humanos, en cambio la segunda se concentra en aquellos que creen en Jesús y profesan un culto conforme la Tradición propia se los ha exigido.

b) La misión de ... como religión y como Institución ...

A nivel de institución las acciones son siempre de corte impersonal, más duras, más insensibles, menos compasivas y menos fraternas. Lo que creo es que la rigidez institucional y la libertad de espíritu no se llevan; por eso el deseo de Jesús de congregarnos como Iglesia nunca fue el de convertirnos en una empresa poderosa, sino que desde la pobreza alcanzáramos para la humanidad la riqueza. Sin embargo, cuando la Iglesia institución ha sabido escuchar al espíritu ha dado paso a la continuación de la misión de Jesús; ejemplo de esto es el Concilio Vaticano II y las Conferencias del Episcopado Latinoamericano, que son expresión de una Iglesia institucional que escucha la voz de Dios y que intenta acercarse a lo más auténtico de Jesús.

A nivel de religión, por ser este un terreno antropológico, me quiero referir a la vida cristiana del creyente en particular. En esto por supuesto hay un sin número de respuestas; pero se pueden sintetizar en cuatro:
i)        Cristianos que no conocen a Cristo.
ii)      Cristianos que conocen a Cristo en teoría, pero no aman lo que el amó.
iii)    Cristianos que conocen a Cristo amando lo que él amó.
iv)    Personas de buena voluntad que no han oído hablar de Cristo o no se confiesan cristianos, pero aman lo que él amó.

En general se puede decir que la misión de Jesucristo sigue, pues aún podemos decir como Él dijo a los discípulos de Juan: “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva”(Lc 7,22); Jesús sigue actuando en cada persona que asume su proyecto y gracias a Dios hay muchas.

by: Ingeniero, Teólogo Diacono de los pobres sus amos y señores, Jason Cristian Soto H, 
Misionero Vicentino en Angola, Colombia, Nicaragua, Panamá, El Salvador. y lugares intermedios.

jueves, 26 de septiembre de 2019

EL PERDON

Perdón significa que renunciemos a esa posición ofensiva del odio natural. Debemos superar el temor y arriesgarnos a quedar indefensos, sabiendo que lo auténtico nuestro no puede herirlo el enemigo. Perdonar supone una valentía, que brota de la más íntima seguridad, porque quien perdona es más fuerte que quien teme y odia.


Más cerca del hombre está el sentimiento de venganza, que no responde a un peligro para la vida, sino a la propia posición en lo que a fuerza y honor se refiere. El deseo de venganza quiere restablecer el sentimiento de nuestra propia dignidad humillando al enemigo. Perdón presupone que el sentimiento de nuestra propia dignidad se eleva por encima de la dependencia de la conducta del otro, porque puede vivir con la seguridad de un honor interior inviolable. Con lo cual estamos más seguros de nuestro amor en lo externo, pues esa libertad hace que la injuria pierda su sentido y desarma al enemigo desde el espírit.

ROMANO GUARDINI: EL SEÑOR.

jueves, 18 de julio de 2019

ESCUCHAR Y APRENDER DE JESUS


LA MEJOR PARTE: ESCUCHAR Y APRENDER DE JESÚS
Lc 10, 38- 42
San José en Medellín Colombia

            El 16º domingo del tiempo ordinario pone fin a la lectura del capítulo 10 del Evangelio según san Lucas. En dicho capítulo, Jesús ha invitado a los discípulos a ir por todas las aldeas pobres para “anunciar que el Reino de Dios está cerca” y ha invitado a ser como el Buen Samaritano, que ama desde la compasión y la caridad. En esta misma línea, Jesús agrega un elemento nuevo: Escuchar y aprender, como lo hizo María.

            Desde el 13º domingo, san Lucas nos cuenta que Jesús ha iniciado un viaje sin retorno hacia Jerusalén, un viaje largo en el que va formando a sus discípulos y discípulas en lo que significa su seguimiento.

            Marta recibe a Jesús en su casa. Pero no tiene tiempo para escucharlo, pues debe atenderlo según la ley de la hospitalidad. María, por el contrario, está sentada a los pies de Jesús, escuchando su Palabra. María recibe a Jesús en su interioridad como discípula. Marta, aunque sirve de buena gana, se molesta por la actitud de María y acercándose a Jesús le dice: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender?, Dile que me ayude”. Esto lo decía porque no daba abasto con todo. Jesús, que no gusta de manipular a las personas ni juega con las voluntades ajenas, le responde a Marta con algo inaudito, en apariencia: “Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada”.

            Sin duda, el Evangelio de hoy quiere dejar clara una postura respecto al activismo. La comunidad lucana, por la dura situación económica que estaba atravesando, dedicaba mucho tiempo al trabajo tanto fuera como dentro de casa. Esto hacía que los miembros de la comunidad redujeran el tiempo de oración y de meditación de los dichos y hechos de Jesús (Memoria), y se quedaran sólo en el ejercicio de la caridad. Lo que se necesitaba era dinero para cumplir con todas las obras de caridad asumidas y la única forma de conseguirlo era trabajando. Por tanto, no hay tiempo para escuchar la Palabra. Esto es un gran peligro.

            El sistema económico actual emplea alta teconología para hacer más en menos tiempo. Paradógicamente, este mismo sistema exige cada vez más horas de trabajo. Son pocos los que trabajan ocho horas al día; la mayoría debe laborar  hasta 11 horas. El tiempo empleado para trasladarse a los puestos de trabajo en promedio es de 1.5 horas, que obviamente también se necesitan para el retorno a casa. Con esto, estamo hablando de 14 horas. Por otra parte, en casa se deben dejar preparados los alimentos, hacer las tareas con los hijos, lavar la ropa, etc. Si a esto último se le diera 2 horas, sin contar con el tiempo de aseo personal, tenemos un total de 16 horas. ¿A qué hora alguien, con todos estos oficios, puede dedicar tiempo a la escucha de la Palabra de Dios?

Hace unas décadas eran las mujeres la que tenían más tiempo para la escucha de la Palabra, puesto que los hombres eran los que se dedicaban al trabajo laboral. No obstante, con el libertinaje fememino, que podría traducirse también en explotación femenina, y el alto índice de madres cabeza de hogar, nadie tiene tiempo para escuchar la Palabra de Dios.

En este contexto, donde nadie tiene tiempo, el Evangelio nos dice que lo único importante es escuchar a Jesús. Creo que muchos le dirían a Jesús: “Perdone, pero yo no pienso así”. Esta fue la actitud de Marta. María, en cambio, eligió a Jesús. No sólo lo acogió en la casas (como su hermana), sino que se puso a sus pies como discípula. María comprendió lo que verdaderamente quería Jesús: ser escuchado por sus discípulas. Muchos pensarán hasta este punto. ¿Y en qué puede ayudar para que el mundo cambie, la actitud de María alabada por Jesús? Hay un canto que dice: “¿Dónde están los profetas que en otro tiempo nos dieron las esperanzas y fuerzas para andar, para andar”. Mientras no haya quien escuche la Palabra y la cumpla no habrá más profetas. La palabra de Dios es palabra de vida y, por lo tanto, de liberación. Pero, ¿Cómo derrumbar el sistema económico actual, que mata lentamente, si no hay quien proclame palabras de vida en medio de tantos muertos? Sólo quien ha escucha en su interior las palabras subversivas y revolucionarias de Dios, puede luego decirlas sin vacilación, sin miedo y sin suavizamientos al mundo injusto. Y por ser Palabra de Dios es Palabra poderosa que transforma la realidad.

Hoy en día la Iglesia ha asumido como verdad de fe la necesidad de escuchar los signos de los tiempos, como una forma de escuchar la Palabra de Dios. De modo especial, por estar Jesús presente en los desnudos, presos, enfermos, hambriendos, sedientos, etc., el clamor de los pobres de hoy (eterno signos de los tiempos) es Palabra de Dios que debe ser escuchada, meditada y luego actuada. Monseñor Romero lo entendió a la perfección. Él, después de estar a los pies del Señor por muchos años, llegó al punto culminante de descubrir que desde los pobres Dios mismo le estaba invitando a ser profeta en la realidad de represión, injusticia social y muerte que vivía El Salvador de los años 1977-1980. Al final, con gran alegría, llega a afirmar: “El Pueblo es mi profeta, él me está evangelizando”.

Marta y María representan dos modos de ser Iglesia, los aturdidos con tanto oficio que no tienen tiempo para escuchar la voz de Dios, y los que a pesar de tanto quehacer deciden dar todo el tiempo necesario a la escucha de la voz de Dios. Marta, como mujer, asume lo que toda mujer debería haber hecho en el siglo I. María, en cambio, es una mujer que rompe con los esquemas machistas y se pone a los pies de Jesús como una discípulas auténtica. Fuera del imperativo: “Escuchen la Palabra”, San Lucas, es este pasaje evangélico, nos dice que en la Iglesia de Jesús las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Tienen derecho a ser discípulas y, por lo mismo, a ser apóstoles. Tanto hombres como mujeres deben escuchar la Palabra (especialmente aquella presente en el clamor de los pobres) antes que cualquier otra cosa, y luego proclamarla sin valicilaciones.

Hermanos y hermanas, no caigamos en la trampa del no tener tiempo. Al contrario, escuchemos más la Palabra, con seguiridad, siendo fieles a ella lograremos cambiar este sistema que oprime y mata a la gente.

 PS:
Saludos del Equipo de Amigo de los Pobres a todos los que pasan necesidad, a todos los que nos leen, les comentamos que el Equipo fue separado por cuestiones de Misión y los miembros enviados a misiones en Africa, Centro América, Sur América, Venezuela y otros lugares. Por esta razón no hemos podido subir material de reflexión y los comentarios bíblicos dominicales a tiempo. Esperamos comprendan esta situación de fuerza mayor. Gracias por leernos. Dios los bendiga. 

PD: recomendamos esta página donde podéis descargar material para comprender nuestra línea editorial y de evangelización: http://servicioskoinonia.org/LibrosDigitales/index.php

COMENTARIOS Y SUGERENCIAS

Hacerlos al email: amigodelospobres@yahoo.com.mx Gracias por leernos.